Hay algo que yo hago siempre con mi gente y hoy quiero institucionalizarlo. Voy a decirlo en voz alta, una sola vez y para todos.
Hoy me pongo en papel de “recomendadora”. Ojo: todos los que me conocen saben que mis recomendaciones no están basadas sólo en la calidad de las propuestas, en su originalidad, su seriedad o en el talento de la gente que las hace (aunque todo eso es muy importante para mí), sino también en su nivel de pintoresquismo. Así que la diferencia entre decir esto acá y mandar a cada uno de uds. a variadas actividades según lo que a mí me parece que puede interesarles, es que cada uno tiene que hacerse cargo de su personita y decidir cuánto pintoresquismo está dispuesto a soportar.
Sres. Desconocidos: esta institucionalización a los cuatro vientos va también para uds., a quienes de cualquier modo no podría recomendar nada con conocimiento de causa…o de persona, digamos (todo esto suponiendo que este loco loco mundo cibernético hizo que hubiera algún desconocido dando vueltas por acá).
Bueh, a los bifes.
1. Existe algo que se llama “Confesionario”. Muchos me habrán escuchado hablar al respecto más de una vez. La propuesta es la siguiente: algunos invitados (escritores, músicos, fotógrafos, actores, periodistas, etc.) se juntan, coordinados por la conductora del ciclo, a contar algo verdadero, en primera persona y en tono confesional. Claro que esta consigna toma formas muy variadas y las “confesiones” no son sólo textos, sino también fotos, videos, llanas entrevistas, etc. Todo esto sucede en un contexto más bien teatral, inmerso a su vez en un espacio que funcionó como biblioteca (…y que está muy bueno). Hay una especie de escenario, micrófonos, luces, público y protagonistas, aunque estas últimas categorías tienen en cada emisión límites muy fluctuantes.
Lo que más me gusta de la propuesta es que siempre sucede algo diferente. Porque el resultado final responde a la combinación que se da por la onda entre los invitados, la presencia o ausencia de música, la participación o mutismo del público, los imprevistos técnicos y de cualquier otro tipo, etc. Y así como hay jornadas memorables, hay otras que funcionan menos. Pero la gracia es aventurarse de cualquier modo, porque siempre hay algo que vale la pena presenciar. Conocí mucha gente copada gracias al “Confesionario”.
A esto todavía pueden ir si les dan ganas. Está anunciado para todos los martes de agosto (probablemente con vistas a prolongarse). Pueden buscarlo para ver quiénes están de invitados cada vez.
CONFESIONARIO / Martes de agosto / 21 hs. / Biblioteca del Centro Cultural Rojas, Corrientes 2038 / Coordina: Cecilia Szperling / Entrada libre y gratuita (capacidad limitada).
2. La semana pasada fui a una charla con Beatriz Sarlo. La temática era “Mitos urbanos”. Fue en el contexto de un ciclo de entrevistas a escritores que se llama “La ficción y sus hacedores”, en la Casa de la Cultura del Fondo Nacional de las Artes. El ciclo tiene una emisión más esta semana, pero yo fui a ese porque me interesaba Sarlo en particular.
Sé que esto no es en realidad una recomendación porque el evento ya pasó, pero quiero decir que me re gustó. Básicamente usaron de excusa el último libro de Sarlo (“La ciudad vista”) para hablar de Buenos Aires, de otras ciudades y de muchísimas otras cosas.
Sarlo ya me caía bien y algo había leído, pero en vivo cae mejor. Fue una charla muy dinámica y amena. Ella es piola y accesible, y a pesar de confesar sus 60 y pico, es increíble la visión joven y actual que tiene de las cosas. Me fui chocha, y con muchas ganas de adentrarme en el libro.
Aprovecho esta recomendación mentirosa y a posteriori para decirles que estén atentos a lo que sucede en este lugar. Hay actividades muy diversas y no son muy promocionadas. Además el edificio está bueno (creo que es donde funcionaba la revista “Sur”) y está ubicado en un lugar lindo. Y uno puede salir de ahí una noche de miércoles cualquiera sintiéndose francamente enriquecido. Vale la pena.
LA FICCIÓN Y SUS HACEDORES / Miércoles 19 de agosto / 19.30 hs. (creo) / Casa de la Cultura del Fondo Nacional de las Artes, Rufino de Elizalde 2831 / Coordina: Silvia Hopenhayn / Entrada libre y gratuita (capacidad limitada).
Hoy me pongo en papel de “recomendadora”. Ojo: todos los que me conocen saben que mis recomendaciones no están basadas sólo en la calidad de las propuestas, en su originalidad, su seriedad o en el talento de la gente que las hace (aunque todo eso es muy importante para mí), sino también en su nivel de pintoresquismo. Así que la diferencia entre decir esto acá y mandar a cada uno de uds. a variadas actividades según lo que a mí me parece que puede interesarles, es que cada uno tiene que hacerse cargo de su personita y decidir cuánto pintoresquismo está dispuesto a soportar.
Sres. Desconocidos: esta institucionalización a los cuatro vientos va también para uds., a quienes de cualquier modo no podría recomendar nada con conocimiento de causa…o de persona, digamos (todo esto suponiendo que este loco loco mundo cibernético hizo que hubiera algún desconocido dando vueltas por acá).
Bueh, a los bifes.
1. Existe algo que se llama “Confesionario”. Muchos me habrán escuchado hablar al respecto más de una vez. La propuesta es la siguiente: algunos invitados (escritores, músicos, fotógrafos, actores, periodistas, etc.) se juntan, coordinados por la conductora del ciclo, a contar algo verdadero, en primera persona y en tono confesional. Claro que esta consigna toma formas muy variadas y las “confesiones” no son sólo textos, sino también fotos, videos, llanas entrevistas, etc. Todo esto sucede en un contexto más bien teatral, inmerso a su vez en un espacio que funcionó como biblioteca (…y que está muy bueno). Hay una especie de escenario, micrófonos, luces, público y protagonistas, aunque estas últimas categorías tienen en cada emisión límites muy fluctuantes.
Lo que más me gusta de la propuesta es que siempre sucede algo diferente. Porque el resultado final responde a la combinación que se da por la onda entre los invitados, la presencia o ausencia de música, la participación o mutismo del público, los imprevistos técnicos y de cualquier otro tipo, etc. Y así como hay jornadas memorables, hay otras que funcionan menos. Pero la gracia es aventurarse de cualquier modo, porque siempre hay algo que vale la pena presenciar. Conocí mucha gente copada gracias al “Confesionario”.
A esto todavía pueden ir si les dan ganas. Está anunciado para todos los martes de agosto (probablemente con vistas a prolongarse). Pueden buscarlo para ver quiénes están de invitados cada vez.
CONFESIONARIO / Martes de agosto / 21 hs. / Biblioteca del Centro Cultural Rojas, Corrientes 2038 / Coordina: Cecilia Szperling / Entrada libre y gratuita (capacidad limitada).
2. La semana pasada fui a una charla con Beatriz Sarlo. La temática era “Mitos urbanos”. Fue en el contexto de un ciclo de entrevistas a escritores que se llama “La ficción y sus hacedores”, en la Casa de la Cultura del Fondo Nacional de las Artes. El ciclo tiene una emisión más esta semana, pero yo fui a ese porque me interesaba Sarlo en particular.
Sé que esto no es en realidad una recomendación porque el evento ya pasó, pero quiero decir que me re gustó. Básicamente usaron de excusa el último libro de Sarlo (“La ciudad vista”) para hablar de Buenos Aires, de otras ciudades y de muchísimas otras cosas.
Sarlo ya me caía bien y algo había leído, pero en vivo cae mejor. Fue una charla muy dinámica y amena. Ella es piola y accesible, y a pesar de confesar sus 60 y pico, es increíble la visión joven y actual que tiene de las cosas. Me fui chocha, y con muchas ganas de adentrarme en el libro.
Aprovecho esta recomendación mentirosa y a posteriori para decirles que estén atentos a lo que sucede en este lugar. Hay actividades muy diversas y no son muy promocionadas. Además el edificio está bueno (creo que es donde funcionaba la revista “Sur”) y está ubicado en un lugar lindo. Y uno puede salir de ahí una noche de miércoles cualquiera sintiéndose francamente enriquecido. Vale la pena.
LA FICCIÓN Y SUS HACEDORES / Miércoles 19 de agosto / 19.30 hs. (creo) / Casa de la Cultura del Fondo Nacional de las Artes, Rufino de Elizalde 2831 / Coordina: Silvia Hopenhayn / Entrada libre y gratuita (capacidad limitada).