38 días. Pasó más de un mes. Se fue diciembre, pasaron las fiestas, llegó enero, empezó el 2010. Todos hechos que ameritaban un rincón en este blog. Se ve que lo ameritaban tanto, tanto mérito tenían, tanto mérito cargaban, que me aplastaron y no me dejaron escribir. Me aplastaron para bien y me aplastaron para mal; a veces me impidieron moverme, a veces me dejé inmovilizar.
Sufro de “Síndrome de Prolijidad”. No me banco seguir adelante sin hacer un mínimo racconto (arbitrario y personal) de lo sucedido, menos aún habiendo tanto mérito dando vueltas. Se trata de un enlatado comprimido que no espero que todos entiendan, cada uno entenderá lo propio:
Banfield CampeónEl Sol bailóCeratiAbrazo recitaleroGritos por teléfonoCellos que giranNoche (más o menos) BuenaNavidadUn sábado en La PlataTreinta y uno con amigosAlter-egos de vestidosBrindis con tequilaFindefideos chinosCariocaAgenda nuevaMariposa TecknicolorOui Oui!Euforia vacacional telefónicaFito pedagogoEl pelo de Godard
Uff. Listo la lista. Prosigo.
Me alegra que empiece un nuevo año, y quiero brindar. Brindo por los zapatos rojos, por los cortes drásticos de pelo, por las vacaciones en la playa y por los planes nuevos. Brindo por los mails que dicen cosas lindas y por el espíritu infantil, lúdico y festivo. Brindo por el repelente y por el aire acondicionado, por “La Novicia Rebelde” y por los anfiteatros.
Brindo por la claridad y por la perdurabilidad de lo bueno (ejem).
Brinden y sigan brindando.
Brinden y sigan brindando.
Y ya que brindan, recomiendo lo que algunos catalogamos como el trago de este verano: cerveza con “Cepita” de manzana. También amerita un rincón en este blog. ¡Salud!