viernes, 12 de marzo de 2010

Huevada

Como dijo quien hizo la introducción al asunto (mi amiga X), "hay cosas que uno no hizo en la vida, y está bien hacerlas, hay que hacerlas, aunque sea más tarde..." No me resistí en absoluto, X puede dar fe. A esta altura de las cosas yo también había entendido lo que me estaba diciendo.

Para ese entonces ya estábamos metidas en un baño de la facu, con un bolso que rebalzaba de ropa apta y con gente esperando afuera, muy al tanto de todo. Y X tenía un entusiasmo y una convicción tan vehementes que no podía defraudarla…

Las instancias de cierre de carrera habían tenido siempre cierto sabor amargo, por las instancias en sí mismas o por cuestiones coyunturales. Y aunque en cada oportunidad lo fui pasando progresivamente mejor, los pasos para desprenderme por completo de la facu parecían nunca terminar. Incluso del evento honorífico ya había sido advertida, y yo seguía por la vida con la certeza de que me quedaba un escalón más.
Y si bien es cierto que resta una legalización (porque la Sra. Fadu no llegó a hacerla a tiempo para el acto de ayer, obvio), ahora ya están todos los escalones.

Pero eso sólo no hubiera sido suficiente, me conozco, hacía falta algo más. Yo no me di cuenta claramente, ni pude imaginar algo específico, pero por suerte tengo amigos muy intuitivos y muy inteligentes que supieron mejor que yo lo que estaba necesitando. Ellos hicieron las maniobras que hacía falta hacer para involucrar a todos y juntar los elementos necesarios. ¡Felicitaciones por la logística, muchachos! Realmente me divertí.

Cada vez que pasa algo así pienso que algún talento tendré para esto. No me refiero a los diplomas, sino a cierta habilidad para rodearme de gente valiosa. Porque, señores, ayer había mucho material humano, todo junto y revuelto.

Gracias a los que participaron de la "huevada" y del festejo. A los que disfrutaron de enchastrarme. A los que se bancaron ensuciarse. A los que no se lo bancaron (pero se dejaron la remera). A los que organizaron de prepo un festejo casero. A los que cargaron las armas y a los que las trajeron. A los que me transportaron y grabaron todo. A los que conocí post carrera, pero llegaron a tiempo. Y a los malos perdedores de "Carioca" que, de cualquier modo,
son amigos buenos.

¡Los quiero mucho!

jueves, 4 de marzo de 2010

Pantalla grande

Voy a hacer algo que hice poco en este blog, a pesar de que quizás era esperable que lo hiciera. Voy a hablar de cine. Me da fiaca ser minuciosa en mis comentarios, así que sólo mencionaré algunas películas muy (MUY) diversas que la vida, mi propia voluntad o voluntades ajenas me llevaron a ver últimamente. Las calificaré de manera breve, arbitraria y poco ortodoxa. Antes de adentrarme sólo diré que lo más atractivo de todo fue, justamente, la variedad de las propuestas.

1. “La Tigra, Chaco”
Hecha por gente de mi carrera, me alegró que estuviera hecha por gente de mi carrera. Correcta de imagen y bien de sonido. Una peli simple, clara y chiquita, de acertada duración y buenísimas actuaciones. La chica es un gran talento; la señora que hace de tía del protagonista, un amor. Genera clima. Yo me enternecí. La recomiendo.

2. “Sherlock Holmes”
Robert Downey Jr. me gusta históricamente, no puedo ser objetiva. Jude Law no me emociona en particular, pero es innegable que es un tipo fachero. El gancho son ellos dos como tipos, y para mí, el vínculo gracioso entre sus personajes. La peli no me entusiasmó mucho. Recuerdo que me resultó simpática la música y vertiginoso el ritmo del montaje y del relato en general.

3. “Enseñanza de vida”
Siento que pensamos poco cuando decidimos lo que íbamos a ver. Si es para alguien, es sólo para mujeres. Quizás una señora poco piola de más de 60 lo puede pasar bien. Aunque la morajela final pretende ser “femenino-liberal”, el espíritu general es “Utilísima”. Visualmente linda por momentos, pero bastante inverosímil.

4. “Carne sobre carne”
Aunque lo venden como el documental que cuenta con las escenas censuradas de las películas de “La Coca” Sarli, ese no fue para mí su mayor atractivo: ella es el mayor atractivo. “La Coca” es muy querible, y todo lo demás muy bizarro. Alto nivel de pintoresquismo. Uno lo pasa bien. Para quien está interesado en la temática o el personaje, vale la pena.

5. “El hombre lobo”
Pochoclo, y a mucha honra. Si van esperando eso y encima van en grupo, es disfrutable. Hay un poco de amor (forzado por lo repentino, presuroso y prematuro) y un poco de miedito. Van a ver a un Benicio del Toro bastante baqueteado y a un Anthony Hopkins que nunca deja de ser Hannibal Lecter. Muy divertida la pelea entre ellos en sus versiones hombres-lobos.

6. “Los hombres que no aman a las mujeres”
Reconozco que fui con un poco de prejuicio por el halo de best-seller que rodea la película, pero después lo pasé muy bien. Me atrapó y me entretuvo. Está muy bien hecha, con buenas locaciones y visualmente interesante. Actuaciones acertadas en general, y muy buena la protagonista. Si no hubiera sido porque le sobra (por lo menos) media hora y ya era tarde, salía del cine chocha. La recomiendo.

Bueno, quizás esto le sirve a alguien a la hora de elegir qué ver...
Por lo pronto, dejo saludos a quienes me acompañaron en cada una de las veladas cinematográficas. Y aprovecho para invitarlos (ya que ocurre poco en este blog, ejem) a dar sus opiniones sobre mis comentarios o sus propios pareceres sobre las películas. ¡No tengan vergüencita!

Finalmente dedico esta entrada a mi amiga “francesa”, quien reclamó que retomara el blog. Fue emocionante saber que alguien lo estaba extrañando…