1. A alguien se le perdió un mensaje de texto y el sábado a la nochecita me llegó a mí. El mensaje decía más o menos esto: "Te aviso que el ascensor no va a funcionar hasta el lunes". Pero yo no tengo ascensor, ni hay en mi vida un ascensor cuyo no funcionamiento pueda afectar mi fin de semana.
Sospeché de un portero amable. Aunque siendo portero lo más coherente parecía tocar timbre y avisar, podía tratarse de alguien dispuesto a advertir acerca de la mala nueva, y por el medio que fuera, a todos los habitantes de su edificio. Más específicamente, sospeché del portero de mi amiga G (es el único con el que tuve contacto últimamente, y por una circunstancia azarosa una vez lo llamé haciéndome pasar por G: quizás tiene mi teléfono y cree que es el de ella).
Comenté mi sospecha. Mi interlocutor me miró con cara de "lo del portero es una arbitrariedad tuya...podría ser cualquiera y en miles de circunstancias diferentes". Era verdad. Imaginé algunas. Esa multiplicidad fue una de las cosas que me cayó mejor del mensaje.
Y no sólo eran miles las personas y circuntancias posibles, también eran miles las potenciales consecuencias del contratiempo. Especialmente si hubo alguien que no llegó a enterarse…
De cualquier modo, mi opción preferida es que el ex destinatario del mensaje se haya pasado el fin de semana gris metido adentro y nunca se haya enterado del desperfecto. Eso me resulta simpatiquísimo: un mensaje que se le pierde a la persona indicada.
2. Algunos sábados atrás presté mi paraguas. Aunque no está en buen estado, es el único que tengo y lo uso en toda ocasión. Hace muchas lluvias me digo que tengo que comprar otro, y estoy dipuesta a invertir si con eso logro hacer más amenas mis jornadas de tormenta.
Es rojo, con estructura endeble. Algunos de sus palitos metálicos se asoman descontrolados por fuera de la tela, volviéndolo lánguido. El mango plástico tiene un botoncito que activa su expansión. Noté que la pintura (un extraño plateado opaco, pariente lejano de la brillantina) empezó a desprenderse, y muchas veces termino con las manos llenas de mínimas estrellas.
Este fin de semana me lo devolvieron. Lo tomé distraidamente y lo guardé en el lugar de siempre, sin más.
Hoy es un lunes lluvioso, de lluvia repentina y copiosa. A la mañana agradecí que la vulnerabilidad de su esqueleto colorado hubiera vuelto a mí, pero más agradecí cuando, una vez en la calle, lo abrí. Al presionar el botón descascarado se extendió decidido y total, casi sonreía. Caminé unos pasos. Las gotas se estrellaban ruidosamente contra él. Lo sentí fuerte, inusualmente atlético. Y ahí lo noté: en el lapso en que durmió fuera de casa, una costurera silenciosa lo había remendado.
Fue gratificante ver con cuánta simpleza le habían devuelto la vida. Sólo hicieron falta unas puntadas certeras y pacientes, un poco de atención y algo de buena voluntad. Me sentí vaga, me sentí tonta. Pero sus bracitos metálicos estaban de nuevo en su sitio y no pude evitarlo: ahí fui yo quien sonrió.
Dos mensajes anónimos, uno por error y el otro errante. De alguna manera, los dos llegaron a buen puerto.
10 comentarios:
Tu post me hizo sonreír, creo que tenes un don especial para escribir.
Saludos admiradores.
E
ay, ce... tus historias alegraron mi mañana/mediodía. Estaba hundida en mi laburo hasta que decidí tomarme un pequeño momento de relajación mental. Vi que habías publicado un nuevo post e inmediatamente me metí para leerlo. Para mi sorpresa, hablabas de mi portero Quique y de mi ascensor descompuesto... jajjaja.
Es loco como algo que para mi fue un fastidio para otra persona se convirtió en anécdota... Brindo por eso. besos
G
Ojo al piojo tanto el ascensor como el paraguas son dos elemento que elevan. Bueno mas allá de a quien pertenezca este asensor, me alegra muchisimo la anecdota. Pareciera ser mensajes de otra dimensión, donde la magia se hace presente en lo terrenal, a través de simples señales. Me ennncannntann!!!! esas matifestaciones, y mas aún cuando uno las identifica, cualquiera sea su efecto, lo importante es verlas para divertirse. ADEMAS CABE DESTACAR QUE VOS C TENES UN GRAN TALENTO PARA NARRARLO. OTRO BRINDIS POR ESO.
Mi primer comentario, que nervios!
Ahora si, ya libre de esa presion comento tranquilo. Muy buen post, tu talento para escribir me sorprende, deberias subir alguna de las cosas que hayas escrito en el taller. Tu relato me hizo soñar con una maquina que me mostrara todos los mensajitos que dan vuelta por el aire, que me permitiera cambiar sus destinatarios, modificar su contenido o inclusive agregarles cosas como caritas felices o recetas de cocina. Viendo que entre los comentarios hay uno "suprimido" (y recordando lo que escribiste)no puedo evitar sentir una enorme curiosidad. Besos
Este estilo es bueno, me gusta. Muy bien todo.
Beso!
D
Ceci. Vos sabes bien como vengo yo por ende este comentario que bien podría ser privado prefiero volcarlo acá para exteriorizar (de nuestro circulo) cuanta admiración me generas. Fue verdaderamente un placer hacer un corte a media mañana y actualizarme de tus relatos y vivencias. Verdaderamente nuestra relación es mas escrita que personal: Y eso no es una critica. Ahora entiendo el porque. Sos talentosa. Cada uno de los textos los viví como propios. Pude imaginar las caras que hacías en cada momento y por ejemplo la pequeña muesca que habrás hecho cuando notaste la intervención de una costurera en tu paraguas.
Te felicito Ceci. Me olvido de entrar pero cuando lo hago admito que, lo que en un principio sería una distracción de 5 minutos termina generalmente en la lectura y re-lectura de todos los posteos.
Saludos y velocidad a los éxitos que claramente mereces
Gracias, I, por tu aporte fotográfico. Te llevás el premio al comentario más original. Estás invitado a volver a hacerlo cuando quieras, es un orgullo que tus imágenes formen parte del blog. Y a los demás, pueden ver más fotos de I en el link que aparece en "Páginas y blogs amigos". Valen la pena.
Se reciben aportes, comentarios y participaciones de todo tipo y factor. Me encantan.
Sigo chocha.
Me gustó mucho ceci.
Me gusta como contas porque me lo imagino.
Ahora te sigo.
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