lunes, 13 de julio de 2009

Celestín o xilofón

En algunas oportunidades (aún hoy a veces lo hago) trabajé con la Licenciada S.S., psicoanalista. En general, nuestra tarea consiste en preparar programas para cursos, presentaciones o escritos. Ella elabora el contenido y yo la ayudo a redactarlo. En este caso, estábamos reformulando un texto preexistente. Yo estaba sentada frente a la computadora. La Lic. S.S. leía el texto de manera intermitente, sentada cerca mío. Yo no la veía, sólo sentía su voz llegando desde atrás.
Hacía un rato yo había decidido poner música, así que la Lic. S.S. se mezclaba por momentos con Lisandro Aristimuño. Con los dedos sobre el teclado, esperaba directivas para empezar a escribir. Entonces, mientras la Lic. ordenaba sus ideas en voz alta, yo las fui mezclando un poco con las ideas de Lisandro. El texto que pego a continuación es el resultado de esa conjunción loca. Creo que la Lic. S.S. nunca supo que este texto existió, pero también creo que si lo viera, probablemente le gustaría. Acá va:
Que momento de mierda… Por eso cuando te dije que me encontré con posmuertos vivos fue exactamente hace un mes. Estaba…nada, boludeando. Yo te voy a leer una cosa: “de nubes hermosas, te vi salir desnuda sobre el mar”. El término está totalmente ausente, los griegos no decían “yo”. Flota en el lugar…

Café. Son casi las tres.

A partir de cierta época, la areté (realización total del individuo). La noción unitaria del bien como perfección. Inautenticidad, máximas sin importancia en la magia de tu luz. Fui cosas que no soy: viraje concreto. Hasta entonces la revolución copernicana flota en el lugar, humo sobre el mar.

Unilineal preestablecido con etapas que se presentan cada una a su turno, es pura y simplemente el abandono. El domingo pasado. (Silencio). Esta tentativa la hemos oído de labios del único: “Pena me dio no verte”, no tienen ningún valor.

“Vos, vos y las hojas caen”. Simplemente quiero introducir lo que Sócrates pone de relieve. Conforma la virtud esencial: dos copas de cristal. Por lo cual los ciudadanos se encuentran ligados en un cuerpo. Viejos amantes que no son demagogos, en función de una ortodoxia sembrada por abuelas. Lo verdadero que hay en ella no es aprehensible por un saber ligado. “Quiero besarte dormida y despertarme en tu boca”, aún es cuestión de entender qué espera él de ello.
Entre los días vas, vos, lejos del miedo, encantadora. Sos viento de los mares, deconstructor de barcos, mojando melodías…Y despertarme en tu boca con una cierta coherencia del discurso. Vos.

Trataré de enseñarles acerca del yo. Abracen lo poco de luz que queda. El esclavo, verán que lo sabe todo: bastará despertarlo. Pensaba vestirme de azul al verlo. Este error existe en todo saber: una vez constituido, lo olvida. Vaya y pase. Pisando y mojando la tierra, bailando hasta que amanezca. Decime de dónde se viene la noche, a nivel de la ortodoxia. Cuanto más sabemos, mayores son los riesgos. (Charango). Es preciso que sepa…
S. lee, y no se da cuenta de Lisandro ni de mí.
-“S., me lavo las manos y seguimos con el texto”. Celestín o xilofón: no son demagogos.


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